“Nuestras oficinas son el hogar de nuestra empresa. Queremos que el equipo se sienta como en casa”. Esta es la frase que hace unos días nos decía uno de nuestros clientes y que refleja una de las tendencias más fuertes del mercado: la llegada del mundo del hogar a las oficinas. O planteémoslo de otra forma: oficinas que buscan poner el foco en las personas y en la creación de una comunidad. En inglés, como ya os contábamos en este artículo, llaman a este tipo de oficinas homey office. Pero más allá de un estilo o una moda, esta nueva tendencia refleja una nueva forma de abordar el diseño de las oficinas que está aquí para quedarse.

Pasamos más tiempo en nuestros trabajos que en nuestra casa. Para las empresas, cada vez es más difícil atraer y retener el mejor talento. La tecnología nos permite trabajar de forma diferente y desde distintos lugares. Los empleados ya no son trabajadores, sino colaboradores.

La realidad del workplace actual es esta, llena de cambios y nuevos planteamientos que platean  retos en la definición de espacios. Ante todo esto, no tendría ningún sentido seguir limitando las oficinas a despachos, escritorios y salas de reuniones tradicionales. Hay que crear nuevas zonas de colaboración, espacios adaptados a distintas formas de trabajar, y sobre todo, un entorno en capaz de transmitir los valores de la marca/empresa, darles vida, de forma que las oficinas contribuyan a crear un sentimiento de pertenencia a una comunidad.

Un buen ejemplo son las oficinas de Fender en Los Ángeles. El espacio se plantea como una casa para el equipo, un espacio que es la materialización de la misión de la empresa: acompañar a los artistas en su aventura musical. Incluso cuentan con una zona abierta al público para acercar a los ciudadanos de Los Ángeles a la marca, y por supuesto, hay instrumentos dispuestos por todo el edificio para hacer una jam session cuando surja.

Otro buen ejemplo de esta tendencia son las oficinas de Uber en Perth, Australia. Para este proyecto, además de reflejar el espíritu de la marca, se buscó integrar la cultura local australiana para atraer al talento local.  Se produce una mezcla perfecta entre el contraste de blanco y negro tan característico de Uber y es look and feel australiano, creando un espacio en el que las líneas entre trabajo y ocio están totalmente difuminadas.

La llegada de materiales más cálidos, como la madera, o la integración de la vegetación en espacios interiores, también tienen que ver con esta tendencia de hacer que la oficina se parezca menos a la oficina. Más allá de la distribución de los espacios o la creación de zonas de colaboración y ocio, los materiales y los detalles son claves para crear la sensación de hogar. En las oficinas de Alterstudio vemos perfectamente cómo la mezcla de distintos materiales da vida a un espacio acogedor lejos de la corporate office tradicional.

Por otro lado, las firmas de mobiliario, conscientes de esta tendencia y de las nuevas necesidades del mercado, están comenzando a proponer nuevos diseños que planteen una solución a los retos que nos encontramos. Vitra, siempre a la cabeza de la innovación, ya mostró en Orgatec 2018 su nuevo sistema Soft Work. Más que un sofá, Soft Work supone una revolución: el centro de la oficina ya no es el escritorio, sino un sistema modular de sofás que permite versatilidad total.

Como os contábamos, esta tendencia no es en ningún caso una moda pasajera. Es una nueva filosofía y una nueva forma de entender los proyectos de oficinas, poniendo a las personas y sus necesidades en el centro. Por eso, cada proyecto es diferente. O como nos gusta decir a nosotros “los proyectos, como las personas, son únicos”.